lunes, 21 de diciembre de 2009

Nuestro testimonio, a dos voces


- El pájaro acaba de salir volando de la rama. Prácticamente es verano. Te tengo aquí, en mi regazo, bajo este árbol y no deseo nada más. Mayo se despide, y Junio llega cargado de calor. ¿Lo recuerdas? El sonido de las cigarras, de la hierba, de la brisa. El de tus chanclas. ¡Tap, tap, tap! El sonido del mar, el bullicio de la gente.


- Un aleteo ruidoso sacude la copa del árbol. Dentro de poco será verano. Estoy aquí, en tus brazos, en la sombra, y no deseo nada más. ¡Bienvenido, Junio! La suavidad de Mayo se va. ¡Ya recuerdo! Este es el olor de la sal, de las flores, el olor estival. El olor de tu piel. ¡No te muevas! El olor de tu pelo, el olor de tus labios.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Sube al árbol


-Eh, ¡mira, mira! sube conmigo-

-¿Quieres decir allí arriba? Pero si eso está muy alto. Deberías bajar antes de hacerte daño-

-Tú siempre eres igual, ¿verdad? Si no llegas a lo más alto no podrás ver las hojas de cerca-

-Desde aquí las veo bien claras-

-Pero arriba podrás tocarlas-

-Baja-

-No-

-¿Cómo?

-Eres un aburrido. Si no subes tú, lo haré yo, y te quedarás abajo-

-Puedo caerme si subo. Además, tengo miedo a las alturas-

-¿Y quién te dice que yo no me vaya a caer? Pero si me caigo, me volveré a levantar y subiré, aunque tú me lo impidas-

-Eso es muy propio de tí-

-No lo dudes-

(Silencio)

-Me descolocas. No puedo comprenderte-

-Eso es porque tú y yo somos muy distintos. Tú eres un reprimido-

-¡Tú tampoco es que seas muy buena persona! ¿Te crees que por subir a un árbol eres rebelde, que vas en contra de la sociedad?¿eso te satisface?-

-¿Y tú? ¿Quieres decir que eres maduro porque no subes al árbol?-

(Silencio)

-Una vez subí. Tímidamente fui escalando. Quería llegar a la copa, gritar y sentirme libre. Sentir el aleteo de las aves volar. Y después me tiraron sin compasión. Y caí, y caí, hasta las duras y entrelazadas raices del árbol. Y la arena levantada por el golpe me cubrió.

Ya no hay restos de arena, y las magulladuras han sanado. Sube tú, que tienes valor. No quiero volver a intentarlo-

(Silencio)

-Tienes miedo al árbol-

-Tengo miedo a que me empujen-

-Nadie lo hará, ¡yo...!

-¡No! ¡No quiero oirlo!

(Silencio y lágrimas)