lunes, 21 de diciembre de 2009

Nuestro testimonio, a dos voces


- El pájaro acaba de salir volando de la rama. Prácticamente es verano. Te tengo aquí, en mi regazo, bajo este árbol y no deseo nada más. Mayo se despide, y Junio llega cargado de calor. ¿Lo recuerdas? El sonido de las cigarras, de la hierba, de la brisa. El de tus chanclas. ¡Tap, tap, tap! El sonido del mar, el bullicio de la gente.


- Un aleteo ruidoso sacude la copa del árbol. Dentro de poco será verano. Estoy aquí, en tus brazos, en la sombra, y no deseo nada más. ¡Bienvenido, Junio! La suavidad de Mayo se va. ¡Ya recuerdo! Este es el olor de la sal, de las flores, el olor estival. El olor de tu piel. ¡No te muevas! El olor de tu pelo, el olor de tus labios.

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