viernes, 2 de julio de 2010

Error en la objetividad


(Imaginación en marcha)

-Hola.

-Hola.

-Hacía mucho que no nos veíamos…

-Es cierto. Y eso que, en el fondo, no vivimos tan lejos.

-He pensado en ti constantemente, no te creas que te tengo olvidado.

-No lo dudo, aunque últimamente no me lo has demostrado mucho.

-Podría decirte mil excusas; ninguna me parece justificable. Lo siento.

-Bueno, está bien.

-Creo que tengo algo tuyo.

-Sí, es cierto.

-¿Para qué lo querías?

(Error en la objetividad)

-Para verte a ti.

-Mentiroso.

-¿Y qué te hace pensar que no es verdad?

-No sé, no me fío de ti.

-Vaya, así que no te fías de mí…

-Es broma… a medias. He aprendido a no fiarme de ti. Eres una mala influencia.

-Lo soy.

-Mi mala influencia.

-Ciertamente, sí.

-Te he echado de menos.

-Yo también a ti. Necesitaba hablar contigo.

-Y bien, ¿qué querías?

(El deseo ha provocado una desviación en la fantasía, la realidad no ha sido encontrada. El equipo procederá a apagarse)

Danos tu comentario

Publicar un comentario